domingo, 25 de noviembre de 2012

Suchard

Delicioso ♥

Sucumbir a un placer como divino...
Como saber dónde está mi turrón. Buscarlo... mirarlo. Ahí está: Mi pequeño Suchard.
Ahí está, cubierto por su dorado envoltorio. Que aunque lo cubra, no me priva de saber que lo que oculta hará que mi paladar goce de placer.
Lo tomo. Lo pongo sobre la mesa. Abro esa fina capa de plástico que nos separa del roce directo, con cuidado...

Lo sabes, pequeño... tú lo ves y yo lo veo. Entre nosotros ahora hay el filo de un cuchillo. Brillante, impaciente por penetrarte... y yo lo hago... lo tomo con decisión. Lo acerco a ti y busco el punto exacto. Marco con la hoja el punto exacto. Y ahí, clavo el filo. Al principio con cuidado, delicadamente, despacio. Luego tomamos confianza, y alcanzo más profundidad. Hasta aquí hemos llegado, el fondo.
Luego te agarro con mis dedos. Estás escurridizo, es un poco complicado al principio, pero ya te tengo.
Te tengo y te sostengo en mi mano con poderío. Contemplas con curiosidad mis labios, ansiosos por tocarte; ansiosos por cumplir su cometido.

Y al fin... de una vez por todas, te introduzco en mi boca. Ah... junto mis mandíbulas y muerdo. Umh...
Un pequeño trozo de ambrosía. Solo un pequeño pedacito... pero es tan intenso, tan placentero... repetiría el proceso una y otra vez.
Así logro que te fundas conmigo, con mis sentidos. Podríamos pasar el día gozando entre mordisquitos.
Pequeños bocados, tan puros como placenteros. No hay nada de malo en ello... ¿Verdad? Mi pequeño turroncito ;)

Terminado relato erótico del siglo. Con una barra de turrón de Suchard como objeto de mis fantasías.



Y para terminar, una mención que me hizo mucha gracia:

Rutinguer Guachin ‏@Dhencod
@NykaiBlackRose está escribiendo las 50 sombras de Suchard.
 Retwitteado por So Long Nights